lunes, 30 de noviembre de 2009

Amor de madre

“ A mis hijas”
Cuando las veo crecer cual dos frágiles rosas azules en un inmenso jardín, 
mi corazón tirita de miedo …
.miedo a las sombras de lo incierto ,
al fantasma de la noche oscura.
 Porque cuando sus risas de julio y octubre ya no resuenen como el eco de las  voces sonoras a mis tristes oído,
 Y sus manos blancas y extendidas ya no juegan más,
 cuando ya caminen con los pies firmes, 
y no necesitan de mi mano para andar 
ni de mi arrullo para dormir. 
Pues ahora niñas de marfil
en sus sueños blancos ya no estoy,
ni en sus caprichos me llaman más…..
sólo va quedando la dulce fantasía de los años idos,
de aquellos días azules de las alegrías a flor de piel,
donde era difícil sentir el frío de la lluvia.

1 comentario:

  1. Ahora puedes realizar los sueños que quedaron suspendidos, ahora es tiempo para madurarlos y hacerlos realidad, emplea ese tiempo que ahora tienes en nuestras manos y trata de dejar atrás las preocupaciones de cuando las hijas se nos enfermaban, de cuando nos necesitaban para dormirse con canciones de cuna y oraciones a Dios, o para protegerse del imaginario “cuco” que se escondía bajo su cama.

    Retoma nuestros proyectos interrumpidos o emprendamos nuevos, y admitamos graciosamente que ya tuss hijas han crecido, que no te necesitan como antes, y que ahora son ellas quienes ocupan el lugar de madres.

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